Catalina Boccardo


CATALINA BOCCARDO


Argentina, 1961. Publicó «el jardín santo» (Ed. en Danza, 2011), y «territorios», (ed. Del Dock, 2012).
Participó con su microrrelato «Sangrar» en un libro objeto (4ºEd.), Foro de ediciones contemporáneas del Museo de Arte Carrillo Gil; (c)acto ed., México, 2012. En 2013 publicó «elementos», «mangos» y «bailar» (cuadernos de la Mariposa y la Iguana). Su poesía también aparece en blogs del país y el exterior, en fanzines, revistas y en las antologías: Gente de Lunes y Festival en la Escuela.
Invitada como poeta y abogada, por la S.E.A. en la 38º Feria Internacional del Libro, en la mesa «Femicidio. Asesinadas por amor», 2012
Incursiona en el collage y la fotografía artística, y ha participado de muestras colectivas y en unamuestra individual en el Centro Cultural Oliverio Girando. Muchas de sus fotografías se encuentran en varios blogs y revistas digitales. Realizó el arte de tapa de diversos libros. Fue mención de Honor en el Concurso Internacional de Fotografía Erótica, 2014, convocado por Club fotográfico Lanús y Te mataré Ramirez.
Tiene en preparación la serie de cuadernos de fotografías «Aguas».
Fotografías suyas aparecen en: http://www.pinterest.com/catalinaboccard/ y «A destiempo la nada» en Facebook.



FIGURA UNO


las mujeres tienen sus piernas rotas
o se les cae un ojo y nacen flores diminutas


yo construí esas ideas
mis propios ojos suelen ser trampa
metal de la tijera

quién desea
una clave
en el fondo
quién puede humanamente astillar papel


reconfigurar aristas
matarse el centro


la física

desaparición por el corte
*



mangos


                                                                                 Esos labios besados en otro país en otra raza en otro planeta
                                                                                         en otro cielo en otro infierno
                                                                                                        ENRIQUE MOLINA
cielo en otro infiernoesos labios besados en otro país en otra raza en otro planeta en otro
cielo en otro infierno


1
una jauría de perros apareció mientras recogías mangos del huerto. y esa posibilidad de sufrir bajo los dientes.  el paso rápido algunos frutos entre las manos hasta la casa vieja.
más tarde enviaste imágenes, mangos en un plato, cubiertos con chile, a punto de mordida.
tu boca, pensé. tu lengua aún en tu país, sin los templados reclamos de la distancia.
sea torridez, pensé.

2
el poblado más cercano está a unos kilómetros.
quizá regresés a ese lugar a escarbar los recuerdos de la tierra. me explicás, filósofo niño. buscás el sentido de la vida  con tus manos tus ojos. pasado y presente de soledad, de quietud extraña, no deambulan máquinas que quitan el tiempo.
comienzo a desear la propiedad de tus observaciones.
allí, existe. ha existido antes de nosotros. seguirá el camino de los vivos y los muertos después. fenecerá su cáscara intacta. huesos que busca tu antropología. viejas cerámicas de aquellas muchachas del yucatán.
allí, la huerta de siembras fuertes. los cuerpos piden y se fagocitan. se hacen el sexo con gruñidos de jabalíes. repiten las generaciones. rituales del mundo ya perdido.
a destiempo. estas coordenadas atemporales.
mis criaturas sueltan el polvo de sus bocas. salen a pastar alrededor. voltean su cabeza para observarte caminando hacia la casa. en el frente hay una sillón donde tu abuela se mece, casi ciega. la del pelo en lluvia. sus huaraches y la mantilla. de la que siempre hablarás.
arrojás los frutos sobre la mesa. vas a buscar algo dentro. mirás desde lejos pensando en contarme tus sabores. yo espero desde mis papilas. soy ese animal que te comparte.
cuándo viajaré humana. tocar esa pelambre. y las hojas de agua verterás. hervíboros.

3
nadie me había enseñado que la distancia es nada.
puede absorber el aire dentro de los pulmones. flota en las células. o puede ser un protón moviendo la materia.
dentro de esa pequeña gran nada tenemos sexo.
de algún modo.
bajamos los párpados para no voltear pupilas al día porque allí no estaremos.
fuga de los perros sin dueño.
vos caés. la grieta. el hueco. el pozo volcánico.
traspasa la obsidiana. las piedras culturales.
juntos huimos arrancamos el sabor eléctrico de los mangos. trituramos palabras cartas damos de comer.
y quisieras otra cosa. un elemento para cavar. introducirte. buscar la minería. la fuerza de gravedad.
recibo tu peso. el lazo crudo en mi cuello. me domestico bajo tus piernas. presiento  temporalidad. los pasos acompasándose. después.

4
tu pregunta es un grito. atraviesa la huerta.
gritar a los demás que escapamos. no sé si sea el peligro de mordeduras hambrientas.
la tarde se resbala en el barro. los estertores…
¿soy yo? ¿por qué yo?
el amor desconcierta.  impide pensar correctamente.
es un estado salvaje.
me recluyo entre los frutos que paladeás. la pulpa de tus brazos. estamos atravesados. insertos.
has dicho tanto.

5
ahora savia dulce. chorreás.
te encanta comer mangos helados con chile. el verano.
yo soy templada. no heredé la sangre caliente de los perros. no es mi genética. pero quiero cambiar.
necesito comer lo que vos comés. y el temblor del hielo deshaciéndose, el rechinar de tus dientes cuando reís. necesito comprender tu naturaleza.
o una especie de dominación.

6
planificás mi búsqueda.
estás decidido a probar equinoccios opuestos. cómo aman los seres diferentes.
tengo la epidermis de las blancas. olor de los vegetales que esparzo. te parezco, en esta frialdad, bella.
buscás. las caderas a la intemperie. los senos llenos de fibras, de vos hacia el pezón. un extremo que succiona arde y contraría.
entonces la distancia, conversión de la nada.
contra la madera los fuegos del invierno. los alcoholes. su lucha para no morir.
tiempo, un objeto inservible que abandonamos.
decidimos salvar las sombras. corregir la elipsis.


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