Hospital psiquiétrico, Carlos Gallegos |
No tienen otraintención que un desarrollo literario y humano. Su único propósito es poner en palabras lo que fue quedando en mi memoria como resonancia. Sutiles impresiones que se nos van alojando como sedimento en nuestro interior y que en definitiva nos construyen como seres humanos. Proclaman lo verdaderamente humano: esa humanidad a flor de piel, ese amor infinito, que a veces se expresa como sintomatología alterada, que se rotula como afectación y que en definitiva es sólo una paradojal manifestación de sensibilidades.
Carlos Gallegos, 2010
a los internos del hospital psiquiátrico quienes me enseñaron que la poesía
es una vertiginosa simplicidad
A esta sombra la he visto moverse en medio de la luz.
-Tiene un eje roto, dijiste, señalando al sol.
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¿Teníamos edad? ¿Teníamos forma?
El hospital era una página aparte del mundo y lo sabíamos.
De tanto no hablar, habíamos empezado a creer que en verdad éramos un sueño.
Mordimos la pastilla justo en el medio, donde el límite es incierto y aprendíamos a morir.
Una vez escribiste en los muros, recuerdo, y desde entonces dejé de mirar por las ventanas
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Aprendimos que por detrás de las máscaras el mundo es un hombre tiritando. Aprendimos a callar con todas las palabras: que se ahoga el que nombra, que el infierno está en el idioma.
Aprendimos también, en silencio, que el silencio es un cuerpo vivo y que acá, la vida, es igual que en las calles.
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Carlos Gallegos (Buenos Aires 1966). Tiene editado el libro homenaje a Jacobo Fijman «Otras Realidades»; inéditos «Hospital público», escrito drante un mes de internación en el Hospital Bocalandro, y «Juego de similitudes». Actualmente se desarrolla como fotógrafo conceptual.
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Carlos Gallegos (Buenos Aires 1966). Tiene editado el libro homenaje a Jacobo Fijman «Otras Realidades»; inéditos «Hospital público», escrito drante un mes de internación en el Hospital Bocalandro, y «Juego de similitudes». Actualmente se desarrolla como fotógrafo conceptual.
niñas, estoy conforme al ciento por mil con los libros que les adquirí en FLIA de Lomas de Zamora, este autor y Clarice Lispector han logrado hacer de las horas pájaros que migran. Recomiéndoles a mi autora de prosa poética preferida, la yorugua Marosa di Giorgio. Saludos, y nos veremos en alguna circunvolución de los tiempos que corren
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